Para entender mejor esta cuestionante, podemos aumentar las siguientes preguntas:
¿Cuánto vale una buena idea? ¿Cuál es la fórmula mágica que pueda decirle lo que cuesta una idea que genere millones en ventas o una imagen que catapulte a una marca sobre la competencia?
A lo que Muchos podrían responder: “Pero si es tan fácil, hasta un niño lo puede hacer, cualquier persona con conocimiento empírico lo puede lograr…”, o “cualquier seudo-diseñador que trabaja en una imprenta lo hace fácilmente…” nos dicen a menudo algunos clientes a los diseñadores. Sin embargo lo que parece tan simple de hacer es ‘TALENTO PURO’, precisamente es por eso, por llegar creativamente a algo que es complejo y difícil de hacer. Llegar a esta ‘simple perfección’ requiere de mucha experiencia y tiempo de estudio, implica un trabajo dedicado con todo un conjunto de habilidades que sostienen a una buena idea. Estas no llegan por iluminación divina, llegan por talento y experiencia y pueden definir el éxito o fracaso de una empresa. El conocimiento y el manejo de las capacidades abstractas son escasas y definitivamente son un esfuerzo especial. Plasmar las necesidades en algo simple y fresco requiere de un alto grado de abstracción y creatividad. Es un verdadero talento el identificar en imágenes o en ideas publicitarias lo que una marca necesita y que aún no está creado.
En otras palabras al crear un buen logotipo estamos creando futuro. ¿Acaso eso no tiene valor? El error de muchas empresas es que hoy el costo de una idea futura se paga pensando en que esa idea va a fracasar, y es por eso que no se le da la importancia que merece.
En Jadahl Producciones podemos diseñar el logotipo de tu empresa, producto,
servicio, organización, evento o el logotipo de tu marca personal.
Por regla general, no es aconsejable
tomar un diseño o forma abstracta “cualquiera” y utilizarla sin más como
logotipo o representación visual de nuestra organización sin que previamente
haya habido algún tipo de conexión, feeling o empatía entre dichas formas y la
entidad o lo que es lo mismo, sin que hayan tenido nunca nada que ver ambas o
sin que la representación gráfica se haya derivado de la propia esencia de la
entidad después de haber hecho un “profundo análisis” de la misma. Podemos
limitarnos a esperar y quizá en algún momento se produzca la química entre logo
y entidad y quizá lleguen en algún momento a interrelacionarse, es posible que
de esta forma hayamos obtenido un buen diseño de logotipo, pero es más probable
que eso no suceda nunca y que sean dos elementos que caminen siempre por
separado, el logotipo y la entidad a la que representa.
Un logotipo o logo como normalmente se
le conoce, sirve para representar por medio de unos trazos, letras y colores
con los que está construido los rasgos característicos únicos e identificables
de una entidad, el logotipo es por tanto la representación gráfica de un ente,
idea o concepto, un logo forma parte del branding o espríritu de marca y es una
parte esencial de la imagen corporativa.
A la hora de desarrollar proyectos de diseño corporativo, de crear logotipos y
marcas son varios los factores que están implicados y hay que tener en cuenta
como la identificación, pregnancia y equilibrio están íntimamente relacionados
y fundamentados no sólo estéticamente, sino también con la filosofía que la
empresa busca tener y que son vitales a la hora de generar éxitos o fracasos
para dicha empresa.